Uno de los problemas más significativos que suele darse en un sistema de riego por goteo es la presencia de obstrucciones en la red y especialmente en los emisores. La causa incuestionable de las obstrucciones en los goteros es su pequeño diámetro de paso. Esta situación se ha mejorado con los años mediante el empleo de filtros cada vez más efectivos y por el avance en el diseño de los laberintos en los goteros, dotados incluso con sistemas de autolimpieza. En cualquier caso, es especialmente importante prestar atención a los tratamientos del agua de riego para evitar posteriores obstrucciones en la red y, especialmente, en los goteros.
Los diferentes tipos de obstrucciones, ya se vieron en el post:
Recomiendo su lectura para refrescar las causas por las que aparecen en redes de riego las obstrucciones.
Tratamientos preventivos en embalses y depósitos
En una red de riego normalmente el agua se almacena en embalses y depósitos.
En los embalses de regulación de riego pueden formarse algas que posteriormente podrían causar obstrucciones. El agua en reposo, su contenido en materia orgánica, el incremento de nutrientes en el agua (fenómeno conocido como eutrofización) y la acción de las altas temperaturas, favorecen la aparición de algas y de microorganismos cuyas colonias forman masas gelatinosas que traspasan los filtros y provocan obturaciones en poco tiempo.
En un estanque cubierto se reduce la acción e influencia de la luz solar, de esta forma se limita el desarrollo de las algas y de la materia orgánica en general. Habitualmente se utiliza una doble malla de sombreo negra o verde, de las usadas para los invernaderos. Con ello también se atenúa la evaporación.
La aplicación de permanganato de potasio (KMnO4), que actúa como biocida, detiene el crecimiento de algas por su acción oxidante. La dosis a aplicar para tratamientos preventivos será de 1 a 3 g/m3 de agua embalsada, y de 2 a 4 g/m3 de agua para tratamientos de limpieza. El agua tratada con este producto presenta un color púrpura, no deja residuos y no afecta a la fauna acuícola. Deben de seguirse rigurosamente las indicaciones de la etiqueta del producto si se utilizan cristales de permanganato potásico ya que son difícilmente solubles, por lo que la mezcla se deberá preparar aparte.
Otro producto químico que suele utilizarse contra el desarrollo de algas es la aplicación de sulfato de cobre (CuSO4). Es un producto que se comercializa en forma cristalina o en polvo, de color azulado, que se disuelve bien en agua. La dosis a aplicar está entre 1 y 4 g/m3 de agua embalsada, normalmente se utilizan 2 g por m3 de agua embalsada. Se suele utilizar el sulfato de cobre pentahidratado, normalmente en cristales, por su menor coste. El sulfato de cobre puede dañar tuberías de aluminio y afectar a la fauna acuícola. Debe de utilizarse con precaución.
Existen en el mercado productos a base de microorganismos digestores y enzimas que degradan la materia orgánica (algas fundamentalmente) mostrándose como un medio muy eficaz y ecológico para disminuir las obstrucciones debidas a este motivo.
También se utilizan cada vez con mayor frecuencia equipos basados en ultrasonidos para el control de las algas. Las ondas ultrasónicas crean una presión sónica en el estrato superior del agua. Esta barrera de sonido impide que las algas suban a la superficie para tomar luz solar, dificultándoles realizar la fotosíntesis. Este efecto frena el crecimiento acelerado de las algas y terminan por desaparecer del embalse. Los equipos de ultrasonidos son seguros para los peces, para las plantas, el zooplancton y los insectos y cuentan con diversos programas para actuar contra distintos tipos de algas. En la imagen siguiente vemos los componentes del sistema:
1.- equipo emisor de ultrasonidos,
2.- cable de alimentación por energía eléctrica (también puede funcionar de forma autónoma el equipo con energía solar)
3.- Monitorización y control del proceso.
A continuación pueden visionar un ejemplo sobre cómo actúan los ultrasonidos para atenuar la proliferación de las algas en el embalse.
